viernes, 14 de marzo de 2008

Sobre un paso

Un paso, como una mano que se extiende o un vaso que se ofrece en la sed.
Pero eso, es decir, lo que a mis ojos predispuestos, mis ojos, siempre eligiendo el lugar donde sus manos son tan necesarias como el sol o la palabra exacta que describiría esta desesperada forma de amar. Escritura de la falta. Esto que soy
yo al sentir la fugaz pero perdurable sensación del instante en el recuerdo de la huida.
Después, levanté la vista y mire como todo siguió su curso normal: las cosas en su tiempo y espacio. El segundo se encamino hacia otro, una chica desvió la mirara de la vidriera brillante de zapatos mientras el semáforo deshacía los colores en su aburrida secuencia.
Sentí la tranquilidad de saber que nadie había sentido ese paso, ni habían notado la urgencia de mis ojos.

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