De exactos instantes, al borde, al filo divisa, entorna, observa la realidad como a través de celosías, se espeja, se acerca, habla para anular las distancias, crea ambigüedades, de agua, ella no habla no mira no gracias, entonces decide partir, en dos, en tres, en cuatro, la existencia, a través o entre, las celosías, las interpretaciones, del sí, la sílaba que da que quita, una cortina que se corre, el no, empaña como una amenaza, gota a gota, hasta los huesos se empapa, de silabas, se derrama frente a ella, que no mira, que no, silencio, ceniza que se abandona a la crueldad del viento.
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¨y a veces Teresa creía que era el desamor, no podía entender el deleite con que yo me abandonaba e iba gozando y extendiendo los prólogos, no podía comprender que deseándola la hiciera desnudar y me demorara bebiendo y fumando, mirándola con disimulo, hablándole de cosas graves y tontas porque al abrir la boca respiraba mejor. No lo entendía y desconfiaba, se sentía molesta e impúdica. Pero no era el amor, era, como ahora, el placer de prolongar la espera de las escasas seguridades importantes que me da la vida¨ J.C.Onetti
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